02/07/2025 - Ángel Aranda
Sandra Medina: “El principal problema de las altas capacidades es la falta de formación de los profesionales”

El mayor obstáculo al que se enfrenta un niño con altas capacidades no es su propia inteligencia, sino un entorno que, por desconocimiento, le niega el apoyo que necesita. Este fue el mensaje central de Sandra Medina, pedagoga y creadora de contenido especializada en este campo, durante su conferencia, “Los invisibles: Mitos (y verdades) de las altas capacidades”. Medina argumentó que el principal problema de este colectivo es “la falta de formación de los profesionales que muchas veces tampoco saben cómo atender”, un déficit que provoca que muchos niños acaben teniendo problemas sociales, emocionales e incluso académicos.

La pedagoga y divulgadora, conocida por su cuenta de Instagram @unamentecaotica, desarmó los mitos sobre los niños con altas capacidades y advirtió de que el sistema educativo a menudo no sabe cómo atenderlos, dejando la responsabilidad en las familias.

El mito del genio autosuficiente

La experta quiso desmentir “el mito de que, como –los niños y niñas con altas capacidades- tienen una alta inteligencia, no necesitan ayuda”. Al contrario, subrayó, “son alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo”. El gran error del sistema, advirtió, es esperar a que surjan las dificultades para intervenir. “Uno de los problemas de las altas capacidades es que, como se piensa que no necesitan ayuda, nos esperamos a que haya un problema para actuar, cuando debería ser al contrario”, sentenció. Según la pedagoga, esta falta de atención proactiva es la causa de que muchos de estos niños sufran, no por su capacidad, sino porque “no se entienden bien en el entorno o por los problemas que pueda haber en el ámbito familiar para gestionar su situación”.

Un sistema educativo “aleatorio”

Al ser preguntada sobre si los centros educativos están preparados para afrontar esta problemática, Medina describió un panorama desigual y “bastante aleatorio”. Afirmó que el éxito no depende de si un colegio es público o privado, sino de la formación de su personal. “Hay centros que tienen programas especiales, pero porque hay una persona que se ha preocupado por formarse. La pena es que depende porque es bastante aleatorio, entonces eso es un problema porque es una lotería y dependiendo del centro en el que estés, se van a atender mejor o peor estas altas capacidades”, explicó. Esta “lotería educativa”, insistió, vuelve a poner el foco en que “el principal problema es la falta de formación de los profesionales”.

Una hoja de ruta para las familias: naturalizar y actuar

Ante las carencias del sistema, Medina ofreció una hoja de ruta clara para las familias. Según Medina, el primer paso, y el más importante, es “el apoyo familiar, eso siempre”. A partir de ahí, es fundamental “naturalizar las altas capacidades para eliminar cualquier estigma y hablar con el centro educativo, con el tutor”. Si el centro no responde adecuadamente, el siguiente paso es “contactar con el orientador y ya si desde el centro educativo no se le da importancia, pues contactar con asociaciones”. La clave, concluyó, “es coger estos casos a tiempo y llevarlos con la mayor naturalidad posible, siguiendo el desarrollo del alumno”, para evitar problemas futuros que, con la formación y el apoyo adecuados, se pueden prevenir.