
El turismo en España batirá todos los récords este año, con una previsión de ingresos que alcanzará los 104.500 millones de euros entre enero y septiembre, generados por 77 millones de turistas internacionales. Con estas cifras como telón de fondo, el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, ha advertido de que el éxito sin precedentes del sector obliga, más que nunca, a “una gobernanza activa para asegurar su sostenibilidad”. Durante la clausura del curso Gobernando el turismo: hacia la estrategia España Turismo 2030, el ministro utilizó una metáfora para resumir su filosofía: “el mercado es un motor magnífico, pero sin el volante de la política pública, el coche se la pega en la primera curva”.
Un motor a pleno rendimiento: las cifras de un sector en auge
El ministro comenzó su intervención detallando la fortaleza de un sector que ya supone un 13% del PIB nacional y da empleo a casi 3 millones de personas, representando el 13,7% de todos los afiliados a la Seguridad Social. A los 46.500 millones de euros ingresados en los cinco primeros meses del año se sumará una proyección de 58.000 millones entre junio y septiembre. Hereu celebró que el gasto crece a un ritmo superior al de las llegadas, y se distanció de la obsesión por las cifras absolutas: “No sé si llegaremos a 100 millones o no este año. Estoy mucho más pendiente del ingreso, del valor añadido de quienes eligen a España como destino para visitar”.
La clave es gobernar: la metáfora del motor y el volante
Pese al éxito, Hereu incidió en la necesidad de una gobernanza activa. “Yo creo que el mercado es el motor”, afirmó, “pero peor aún es un coche con un gran motor que cree que el mercado es el que tiene que estar en el volante. Nada, porque entonces igual corre mucho, pero se la pega en la primera curva”. Con esta metáfora, el ministro advirtió sobre los peligros de un crecimiento sin reglas, que puede llevar a la “sobresaturación en barrios donde el vecino se ve expulsado por la no regulación”, y defendió “el volante de la política pública para regular, a veces limitar, y decidir colectivamente” el modelo turístico.
Un plan estratégico basado en personas, sostenibilidad y experiencias
Asimismo, Hereu afirmó que un turismo sin un proyecto político claro “puede ser destructor, fagocitador y empobrecedor”, y alertó sobre el riesgo de convertir el sector en un “monocultivo”. Por el contrario, defendió el plan estratégico del Gobierno, financiado con 3.400 millones de los fondos Next Generation, que busca invertir en “experiencias como el oleoturismo, enoturismo o ver las estrellas” para diversificar la oferta. Este plan, añadió, se basa en la triple sostenibilidad (social, ambiental y económica) y en poner a “las personas como protagonistas” en sus cinco dimensiones: residentes, empresarios, trabajadores, turistas y comunidades anfitrionas.
España como laboratorio: una “curva de aprendizaje” para el mundo
Finalmente, el ministro ofreció la experiencia de España como un “gran laboratorio y una curva de aprendizaje” para otros países que empiezan a ver el turismo como una oportunidad de desarrollo. Además, les aconsejó “aprender tanto de los éxitos como de los errores españoles”. “Aprovechen de nuestra experiencia, no destruyan ni costas ni selvas, redistribuyan bien los productos y las experiencias, hagan que las comunidades sean los protagonistas”, concluyó Hereu, defendiendo que, con una gobernanza adecuada, el turismo puede ser una de las mejores herramientas para el desarrollo económico y la convivencia global.