08/07/2025 - Ángel Aranda
Juan Simoes: "Ante una España donde casi el 20 % de los recién nacidos tiene raíces migrantes, la educación no formal es clave para la cohesión"

Al frente de una organización que trabaja con dos millones de jóvenes en 35 países de Europa, el secretario general de YMCA, Juan Simoes Iglesias, ha defendido que la herramienta más potente para construir sociedades inclusivas no se encuentra en el sistema educativo tradicional, sino fuera de él. Durante su ponencia, “El papel de la educación no formal en la mejora de la competencia intercultural”, Simoes argumentó que es en los espacios de educación no formal —el voluntariado, el deporte, la actividad asociativa— donde “se forja la verdadera competencia intercultural”.

El secretario general de la red asociativa defendió en el curso Educación, diversidad cultural y ciudadanía global: construyendo sociedades inclusivas, dirigido por los profesores Cayetano Fernández Romero y María Luisa Sierra, del grupo de investigación “Migraciones, Interculturalidad y Desarrollo Humano”, que la integración real se logra fuera del aula. El curso busca precisamente explorar “estrategias y políticas innovadoras para promover sociedades más justas, equitativas e inclusivas”, y la intervención del secretario general de YMCA ha ofrecido una respuesta contundente: “la clave está en el tejido asociativo y su capacidad para crear espacios de convivencia real”.

Una nueva realidad: la diversidad como punto de partida

Simoes enmarcó la urgencia de su propuesta en la compleja realidad actual, y recordó que la generación de los actuales padres y madres jóvenes ha vivido tres grandes crisis -financiera, COVID y la guerra de Ucrania- y se enfrenta a una diversidad cultural ineludible. “Hoy en nuestro país (...) casi un 20% de los niños que nacen son personas con raíces en otros lugares, aunque sean de segunda o a veces tercera generación”, afirmó, destacando que este nuevo panorama exige ir más allá del modelo educativo clásico para garantizar la cohesión.

Más allá del aula: el poder del aprendizaje no formal

La propuesta de Simoes se basa en un modelo de “educación total” que integra tres ámbitos: el formal (reglado), el no formal (intencionado, desde la sociedad civil) y el informal (“la vida misma”). Asimismo el ponente defendió que la educación no formal, en particular, es un “espacio magnífico y muy adecuado para que se establezca esa integración de personas de diferentes culturas”. Según Simoes, es en estos entornos donde, a través de actividades recreativas y sociales compartidas, se fomenta el “respeto mutuo” y la “cohesión entre culturas” de una forma mucho más natural y eficaz que en un aula.

De la experiencia a la política: el modelo a seguir

El experto señaló el programa Erasmus como “un ejemplo fenomenal” de un sistema que ya combina con éxito los tres tipos de aprendizaje y que produce una transformación personal y social innegable. Por ello concluyó lanzando un reto: que los currículums académicos integren deliberadamente estas experiencias. “Imaginaos las dinámicas que se crearían si dedicáramos tiempo formal, y que eso ofreciera créditos, a que un joven tuviera que pasar seis meses en un proyecto de intervención social en otro país”, reflexionó. En opinión de Simoes, esta es la vía más efectiva para formar “ciudadanos críticos” con los valores democráticos y la competencia intercultural necesarios para afrontar un mundo globalizado.