
Elena Andradas, directora general de Salud Pública de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, ha señalado que más de un millón de personas sufren la enfermedad hepática crónica en el país, y que la mitad de las muertes por enfermedad hepática están asociadas al consumo de alcohol. Andradas, que participa en el curso Retos en la Salud Pública para Enfermedades Hepáticas, dirigido por José Luis Calleja, jefe del Servicio de Digestivo del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda, ha alertado además del preocupante repunte de casos de hepatitis “A” en la Comunidad de Madrid, donde el 65% de los mismos están vinculados a contactos sexuales sin la debida protección.
El curso Retos en la Salud Pública para Enfermedades Hepáticas ha comenzado hoy con un acto de apertura presidido por Elena Andradas, directora general de Salud Pública de la Consejería de Sanidad de Madrid, y con la dirección del curso a cargo del profesor José Luis Calleja, jefe del Servicio de Digestivo del Hospital Universitario Puerta de Hierro.
Asimismo, Elena Andradas destacó que, pese a diez años de políticas preventivas, el consumo de alcohol solo ha descendido dos puntos porcentuales, y que en varones, el 74% de los casos de cirrosis están asociados a alcohol. Además, la directora general apuntó que aproximadamente 50.000 personas aún viven con hepatitis “C” activa, muchas sin diagnosticar, lo que exige estrategias focalizadas en colectivos vulnerables como usuarios de drogas, personas con VIH y población reclusa.
Por su parte, José Luis Calleja ha subrayado que la enfermedad hepática cumple todos los criterios para ser considerada un problema de salud pública, debido a su alta prevalencia, a su naturaleza asintomática en fases iniciales y el origen prevenible en la mayoría de los casos. Aunque el director del curso celebró el descenso de las hepatitis virales gracias a programas nacionales de tratamiento, advirtió del aumento de la enfermedad hepática metabólica ligada a obesidad y diabetes, así como de la persistencia del alcohol como causa estable e incluso creciente.